miércoles, 4 de mayo de 2011

Yo... lo siento

Quizá en el fondo no sea culpa vuestra, sino mía por no exteriorizarlo. Pero al mismo tiempo, si no lo exteriorizo es por vuestra culpa, simple y llanamente.
Si vosotros supierais cómo me duele todo lo que me hacéis. Lo que para vosotros son bromas, para mí es mucho más. Quizá si alguien a vosotros os hace lo mismo os lo toméis a risa, quizá ni lo penséis... pero eso depende de cada persona, y vosotros no os habéis detenido en conocerme a mí, y por eso no sabéis que esas bromas de mierda después de dos años y medio de bullying y otros tantos de rechazo en la escuela yo las vivo como algo más serio, porque me habéis hecho más sensible a esta clase de daño.
Quizá si supierais lo mucho que me duele, dejaríais de hacerlo... pero no lo sé porque nunca lo exteriorizaré. Por eso digo que quizá sea culpa mía, por no expresar lo que siento cuando como inmaduros que algunos sois os metéis conmigo. Pero si no lo exteriorizo es por miedo... sí. Porque para mí, contar algo personal tuyo es como dar a quien le estás contando un arma para hacerte daño, por eso solo cuento mis cosas a quien de verdad se gana mi confianza, y cuesta bastante. No exteriorizo lo mal que me sientan ciertas gilipolleces porque eso implicaría quizás que lo hiciéseis aún más basto. No lo sé, y me da igual. No os tendré conmigo mucho tiempo más (gracias a Dios, si es que después de esto existe...)

domingo, 20 de marzo de 2011

Lo han conseguido, me han superado.

Ni siquiera sé qué escribir. Cada vez que intento hacer algo me bloqueo y me desespero. He intentado estudiar, hacer los deberes, jugar a algo, distraerme, hablar... y NO PUEDO.
No puedo, estoy tan mal que ni siquiera sé... qué me pasa. Quizás sea esa manía tan perfeccionista de intentar hacer las cosas bien siempre a la primera. Tal vez sea eso lo que me ha llevado al desesperarme al contemplar la posibilidad de que aquello sobre lo cual he fundamentado mi vida puede ser falso. El miedo es mayor. Yo, que por naturaleza soy insegura, ahora que ya no tengo nada fijo a qué aferrarme me siento sola y desprotegida ante el mundo... Y sólo sé que ahora mismo no soy capaz de seguir. Que mi único apoyo es esa persona que me abraza cada mañana, él. Pero tengo tantísimo miedo a estropearlo, que se vaya, y quedarme sola, que mis nervios están de punta y yo estoy totalmente tensa.

En serio, esto es insoportable.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Una reflexión interior

Siempre he sido consciente de que nuestra sociedad no es perfecta. Cada vez que salía el tema, cada vez que lo escuchaba en la televisión, cada vez que oía a mis amigos hablar no muy bien de ella... Siempre adoré escribir mi propia crítica social, siempre me desahogué echando en cara sus defectos en mis textos. Pero sobretodo, siempre ha estado presente la agresividad y el odio a la hora de abordar dicho tema.
Nunca entendí por qué... ¿A causa de qué, tanto rencor, tanta violencia? He intentado escribir (para reflexionar mejor) análisis sobre mi pasado para encontrar el motivo, y todos se han quedado en simples documentos sin final. Es verdad eso que dicen de que sin inspiración no se llega a ningún sitio... porque después de tantos meses, las causas seguían siendo ocultas para mí; y ha sido ahora cuando me disponía a tomar un descanso del libro de economía cuando he visto ese flash que me reveló todo lo que yo necesitaba saber. Así... en menos de medio minuto y sin siquiera estar reflexionando sobre ello he encontrado lo que deseaba después de tantos meses de busca inútil.
La solución es tan simple como compararme a mí con el resto de jóvenes de mi entorno. Es tan simple como darse cuenta de que mientras los jóvenes se emborrachan (que no beben), gastan todos sus sábados en la discoteca, pierden la virginidad muy temprano, van al instituto solamente por obligación, y muchas cosas más... yo soy todo lo contrario: a mis casi diecisiete años jamás me he emborrachado, y podemos decir que solamente una vez en mi vida he "bebido", que jamás he pisado una discoteca un sábado, que aún permanezco virgen, que estudio porque quiero seguir haciéndolo... Sí, soy diferente junto con un puñadito más de personas que quedan como yo. El resto de sociedad joven, aún no se por qué, muestra un desprecio hacia nosotros.
Ciega por mi agresividad, he tratado de clasificar a las personas en dos grupos. "Sociedad hipnotizada" y una especie de "anarquistas antisistema". Hoy me he dado cuenta de que es una clasificación imposible, puesto que todas las personas tienen un poco de ambas. Lo que les falte de "anarquistas" lo tendrán de borregos.
Entonces hoy, me he dado cuenta, de que mi violencia hacia la sociedad es un intento por hacer recíproco ese sentimiento de rechazo, y lo he devuelto exactamente de la misma manera que yo lo percibía.
Dicho esto, espero que todos sepamos reflexionar, y darnos cuenta de que todos somos diferentes, de que la sociedad no va a dar un cambio radical y que lo mejor que podemos hacer es respetarnos los unos a los otros tal y como seamos. Que estamos todos hartos de escuchar la palabra respeto pero nunca la llevamos a cabo.
Un saludo :)
Silvy.

miércoles, 12 de enero de 2011

Mi opinión sobre el amor

La gente decía
Que amor es sentimiento,
Pero yo prometería
Que no es eso.
También decían
Que es una porquería.
Pero yo no incluiría
Dicha afirmación en mi teoría.
Todos hemos sufrido
En ocasiones por él.
Mas algunos no lo han dicho
Por orgullo... no lo sé.
Es tan bonito
Cuando es correspondido.
Y cuando no lo es,
Sucede al revés.
9 de febrero de 2009
Silvy.

lunes, 10 de enero de 2011

Catequesis

Sandra, Carolina, María, Sergio, Roberto y Javier

sábado, 30 de octubre de 2010

Carta a los jóvenes coherentes.

Querido joven:
Yo, Silvia Estepa García, una muchacha de dieciséis años largos, te escribo esta misiva para movilizarte. Todos nos acomodamos a criticar a nuestra sociedad, pero ninguno hacemos nada por cambiar su curso.
Nosotros somos el futuro, y quedan muy pocos adolescentes que se tomen en serio la educación, los valores morales, el aprendizaje... En general: hay muchos jóvenes que no toman en serio la vida.
Por eso tú, si eres uno de los que aún tiene las ideas claras, si eres uno de los que pensamos con coherencia, si eres uno que realmente conoce el valor de lo necesario: por favor, movilízate. No te pido que hagas grandes obras benéficas, no te pido que crees organizaciones de jóvenes. Es aún más fácil: preocúpate desde este momento por la educación que le vas a dar a tus hijos. Da igual si tienes pareja, da igual si ya has tenido hijos, o da igual si no los tendrás en muchos años. Es un arma más poderosa de lo aparente, así que utilízala bien.
Cambiemos la sociedad, tenemos que abolir esta dictadura disfrazada de democracia.
Avilés, a sábado 30 de octubre de 2010.
Atentamente: Silvia Estepa.

sábado, 23 de octubre de 2010

Nazismo actual.

Qué suerte tengo de no haber vivido en aquella época... en la que fuese capaz de describir el exterminio nazi por vivencias propias y no por conocimientos históricos, como ahora. Cuán horrible ha de ser verte obligado a abandonar tu hogar con tu familia por el simple hecho de haber nacido gitano. Ser castigado y que tu única culpa sea tu país de origen. Y yo me pregunto... ¿qué clase de culpa es la de nacer judío para que te impongan tan bestial penalización? La pena de muerte en una cámara de gas cual insecto repulsivo. Qué gran indignación la que recorrió las venas de aquella pobre gente al escuchar a Hitler afirmar que no puede demostrarse científicamente su humanidad. Qué impotencia la de vivir en condiciones infrahumanas sin haberlo merecido, y no poseer ni una ínfima posibilidad de cambiar el destino de millones de personas inocentes que en cuestión de días serán asesinados, cuando el gas se aposente en sus pulmones tras haber recorrido sus bronquios. Qué merecido descanso para sus almas el de los inocentes que padecieron, pero con qué poco respeto se trataron sus cadáveres.

No, no tiene utilidad aparente presentar este hecho como injusto ya en nuestros tiempos, en los que el nazismo ha sido erradicado. Lo peor es que algunas ideas de esa política sin fundamento aún permanecen vigentes en la actualidad: La menos modificada se ha transformado en un "los fetos, claro que son seres vivos, pero no son humanos porque no hay base científica para ello". Al igual que nos parece obvio que un judío sea tan humano como un alemán, no sé cómo tenemos el "morro" de afirmar que un feto, que posteriormente se convertirá en humano, no lo es. Y yo me pregunto: si no es humano ¿es un vegetal? ¿es un animal? ¿es un extraterrestre? ¿es un ser inerte? ¿Qué es ese feto, si no es humano? Y algunas han sido más disimuladas, pero sí, siguen vigentes. El nazismo era una dictadura, y como tal, uno de sus pilares era la desigualdad entre hombres y mujeres ante la ley. La mujer carecía de derechos obvios, y el hombre los tenía casi todos. Hoy en día existen casos de sueldos desiguales entre ambos sexos en un idéntico trabajo. Otro fundamento de la dictadura de Hitler era la carencia de la libertad de expresión y pensamiento. Los habitantes tenían prohibido tener ideologías distintas a las del dictador. Hoy en día tenemos el derecho a esa libertad, pero seguimos insultando a los homosexuales, seguimos llamando "putos fachas" a los provida, continuamos tachando de retrógrados a los creyentes de cualquier religión existente o a los que deciden conservar su virginidad hasta el matrimonio.

Escribir sobre el nazismo es más útil de lo aparente. Sus ideas están vigentes en la actualidad.

Silvy.

http://www.youtube.com/watch?v=KyHIRmwHzCU

sábado, 1 de mayo de 2010

De oca a oca...

Decídete… yo no soy la niña que te sigue a todas partes aunque estés con otra. No soy el juguete para subir tu autoestima. Si tanto presumes de no quererme, si en verdad no te intereso ni ahora ni nunca, no me intentes alejar de quien sí me ama… Libremente he escogido amarte a ti, y tú de la misma manera, has decidido alardear de no importarte ni siquiera un poco. Pero parece que no te gusta que mi libertad cambie de parecer… no sé, cuando otro se declara tú me alejas de él. Sin conocerle, sin haber hablado con él jamás, sin haberle visto una sola vez, atacas como sea. La verdad es que admiro tu “don” para adivinar defectos en los demás sin haberlos comprobado, sin haberle visto ni siquiera en fotografía… Eso es de superdotado ¿no? Yo no te considero mi ángel, yo no paso las horas muertas suspirando por tu amor, yo no rechazo la eternidad por estar un minuto más contigo, yo no canto canciones de amor pensando en ti, sino que te recuerdo cuando canto con todas mis ganas canciones de desengaño, canciones que piden al otro que se aleje. Te quiero, sí. Pero es que tú a mí no sólo me rechazas, si no que además te sientes orgulloso de hacerme el vacío cuando te viene en gana. Hoy soy yo quien se aleja sin dar explicaciones, hoy soy yo quien corta el trato, hoy soy yo la que pide distancia, con la diferencia de que yo puedo aguantar hasta que se te pase la tontería, mientras que tú creyendo que esa situación de alejamiento duraría eternamente, no has aguantado ni un mes. Hoy soy yo quien cambia nuestro trato por miedo a que pienses que me gustas, como tú hiciste conmigo. Hoy soy yo quien se resigna cuando estoy en tu compañía. Pero lo que le da sentido a todo es que hoy eres tú el que siente todo lo que yo sufrí con esas situaciones que tú creaste al azar. Tú ya has hecho todas las tonterías que hacían falta para estropear del todo esta posible relación, hoy, como ya no hay nada que perder, me apetece a mí divertirme.

martes, 20 de abril de 2010

Leyenda

Era ya entrada la noche, la Luna y las estrellas conquistaron el cielo negro azabache. Dentro de una envidiable casita situada en una gran parcela, todavía está despierta su dueña. Hermosa y de larga melena dorada, piel nívea y dos intensos océanos por ojos. Vestido largo y blanco sin mangas, completamente pegado a su cuerpo y un fino pañuelo de seda cubriendo sus hombros. En sus pies, unas sandalias con una correa muy fina alrededor del pulgar y otra sujetándose en su tobillo, negras con pequeños diamantes. La tenue luz de un pequeño candelabro situado sobre el piano de color blanco marfil ilumina escasamente el gran salón, con suelo y paredes de mármol. Entra la joven y toca una melancólica y triste melodía fluida, que transmite una sensación de dulce tristeza serena, la mejor para romper un corazón en mil pedazos. No ha venido su esperada visita, quien lo había prometido solemnemente. Mas no ha faltado voluntariamente. Él habría deseado cumplir aquel juramento, pero no ha dependido de él, sino del trágico destino que le deparaba y se cumplió. Desde donde se encontraba en el momento de marchar partió, el camino que le conducía a donde debía ir estaba siguiendo. Mientras recorría el sendero advirtió un llamativo rosal de inmaculadas rosas. Sin haber conocido jamás la terrible maldición que estaba atribuida a tan hermosas flores, cortó una con sus propias manos. El letal veneno que contenían corrió por sus venas, conduciendo toda la sangre de su cuerpo a la herida que se había abierto en sus dedos al cortarla. Se armó de valor, pues había hecho una promesa a la mujer a quien amaba, y el estar la muerte cada minuto un paso más cerca le motivó aún más para sentir la necesidad de cumplirla, pues si no la podía llegar a efectuar, lo último que habría hecho en su vida sería un juramento sin cumplir. Pisó los dominios del jardín de su amada y cayó desplomado, sin haber llegado ni siquiera a la puerta, sin haber llegado a despedirse, sin haber llegado al último “te quiero”, sin haber logrado entregarle la rosa, el último regalo de amor que le haría y que había causado su expiración. La mujer lo descubrió dos horas después de su muerte, dos horas después del momento acordado para su visita deseada. Advirtió la rosa, tendida en la palma de su mano abierta con las espinas llenas de sangre. Pero la rosa era ahora negra. La melodía afligida y la tragedia en la mente de la mujer se fundieron en el aire y viajaron hasta la tumba que ella misma había construido en su propio jardín. Fue el recuerdo doloroso día a día en su parcela la que acabó también con la vida ya sin sentido de la mujer. Cuando no quedaba una sola lágrima que rodara por su rostro, la muerte se apiadó de ella y se la llevó a aquel lugar misterioso donde estaba ahora el hombre, a aquel lugar que todos dicen que es mejor que la Tierra. En el fondo da igual, pues pudieron estar juntos en la eternidad. Cada noche una melodía dulcemente triste, como la que tocó la mujer todas las noches hasta que se la llevó la Muerte, suena en la casa deshabitada. Las teclas del piano de color blanco marfil se hunden solas y golpean las cuerdas creando una melodía conducida por el aire a donde quiera, y una rosa negra nace en el jardín con la Luna cada noche y se marchita con el Sol cada amanecer.

Silvy

lunes, 19 de abril de 2010

Encontradle la solución... yo ya la tengo (pero no la publicaré aún)

“¿Algún día estaremos de acuerdo en algo tú y yo?” Naiara y Alberto eran dos buenos amigos, pero con opiniones completamente distintas. Daba igual sobre lo que estuvieran debatiendo estos dos, fuera por lo que fuera, nunca tendrían la misma opinión, y no era por fastidiar. En uno de esos debates, surgió una reflexión a la que no supieron darle respuesta. Ni siquiera valía el comodín de decir “pues pongamos un término medio”, que es la frase que se suele utilizar cuando no encuentras una respuesta lógica entre dos opciones. - Pero bueno, Alberto, otra vez tenemos opiniones distintas. - Naiara, respóndeme una cuestión. Parece fácil, te advierto, pero yo ya he intentado encontrarle solución, y no he podido. - Pregúntame, no puede ser tan difícil. ¿Seguro que has pensado bien? - Sí, Naiara, me tiré una tarde entera intentando encontrarle solución, pero es un auténtico rompecabezas… ¡Hasta probé con esquemas! - Alberto… estás exagerando mucho. No puede haber nada tan difícil… Los esquemas lo solucionan todo siempre. - Te aseguro que no, Naiara, esto es una excepción. - Yo sigo pensando que exageras, amigo. Pero bueno, vayamos al grano, ¿Qué es esa cuestión tan imposible que te ha quitado el sueño? - Está bien, ahí va: Naiara, dos personas como nosotros nunca estamos de acuerdo en NADA, nunca, ¿cierto? - Cierto, Alberto. - Pues piensa en esta pregunta y háyale la respuesta, que yo no puedo: ¿Algún día estaremos de acuerdo en algo tú y yo? - Alberto, y esto… ¿es eso tan difícil? Por supuesto que no. Nosotros dos nunca estaremos de acuerdo en nada. - Tienes razón Naiara… ¡estoy de acuerdo contigo! - ¿Perdona? ¿Estás de acuerdo conmigo? - Sí, completamente… - ¡Oh, Alberto! Por fin estamos de acuerdo en algo. - Mentira, Naiara, eso es mentira. - ¿Qué dices, Alberto? Pero si los dos estamos de acuerdo en que nunca estaremos de acuerdo en nada. - Naiara… eso es cierto, pero… ¿te has dado cuenta de la incoherencia de la frase? “estamos de acuerdo en que nunca estaremos de acuerdo en nada”. Piénsalo. - Oh, Alberto… ¿y a qué conclusión has llegado tú? - Mira, si estamos de acuerdo en que nunca estaremos de acuerdo en nada, la afirmación “nunca estaremos de acuerdo en nada” es falsa. ¿Me sigues? - Sí, por lo tanto… ¿en qué estamos de acuerdo en esa situación? - En nada… - Por lo tanto, volvemos a no estar de acuerdo en nada. - Cierto, y estaremos de acuerdo, en que según esa afirmación, nunca estamos de acuerdo en nada. - Pero entonces, vuelve a ser mentira que nunca estaremos de acuerdo en nada, porque como estamos de acuerdo en que nunca estaremos de acuerdo en nada, ya estamos de acuerdo en algo, y la frase volvería a ser falsa, y no habría nada sobre lo que estar de acuerdo, por lo tanto, volveríamos a no estar de acuerdo en nada… - ¿Te das cuenta? Naiara… te lo dije… No tiene solución. Querido lector, le invito a que intente pensar una solución lógica y que tenga sentido. ¿Alguna vez estarán de acuerdo en algo o no? Silvy